jueves, abril 09, 2009

BOTELLAS A LA MAR

Distante Maga
Presente Elena:

Nos ha pasado a todos; hay días en que te despiertas como ausente. No esa ausencia en que todo te parece distante, sino esa en la que simplemente no estás: las cosas transcurren sin tu intervención y tu poder de decisión se ve limitado a elegir hacia qué lado voltear.
Alguna vez te habrá pasado, a mi me sucede muy seguido. Sobre todo en este mundo, donde mi voz parece perderse en el coro de Babel, donde mis cansadas manos no alcanzan a realizar los trabajos que se requieren.
Me sucede muy seguido, tanto que hasta nombre le he dado; lo llamo mi Estado Naufrago.

Al principio es una ausencia. Esos días, Maga, en los que el mundo nos agrede y nos arroja a la soledad.
Porque de esto se trata todo, distante Elena; de soledades. Constantemente nos dicen y gritan que no se trata de nosotros, que la suma es imposible y debemos, entonces, preocuparnos por nosotros mismos, es decir; El barco se hunde, sálvese quien pueda. Y, como náufragos, amada bruja, corremos a salvarnos; solitarios.
De esto se trata todo; de vez en vez, nos venden la soledad como opción y nosotros, tristemente, les creemos la mentira.

De todo, nos dicen, basta con el asegurarnos un presente para uno. Que el pasado ha quedado atrás y del futuro otras decisiones, no las nuestras, se ocupan.
Ellos nos mientes, Maga, porque es su trabajo y porque, en el fondo, nos tienen miedo. Encerrados en los salones del Poder, saben que el futuro donde ellos aún gobiernan depende de que sigamos siendo solos. Saben, y por eso tanto miedo, que los distintos aprenden a sumarse.
Ellos nos mientes, distante bruja, porque, en el fondo, nos tienen miedo, a nosotros; los náufragos.

Indecisos, de vez en vez, aprendemos a mirarnos. Aprehendemos (sí, así; con h intermedia) las sonrisas de los otros y de su mirar construimos el mañana. Los resultados no son inmediatos, pero de la lenta suma nacen los puentes.
Ya se ha dicho en otros lados; la importancia de los puentes no son los territorios que unen, sino las personas que los cruzan. Con este ir y venir de los solitarios, dulce niña, se acaban los náufragos, porque la soledad queda extirpada.
En este ir y venir estamos: intercambiando miradas, sumando cantos; arrojando nuestras botellas a la mar.

Así, distante Maga, estos párrafos son botellas a la mar. Noticias, palabras y pensamientos de los náufragos de distintos lares y distintas creencias. Diferentes todos, sí; pero constructores de un mismo mañana, uno donde todos los amaneceres caben.
Estas líneas, dulce Niña, pretenden viajar en el oleaje hasta las manos y miradas de quienes, distintos, en ellas se reconozcan. Es sólo un primer paso de los muchos que habrán de darse en la dirección correcta. Muchas otras botellas, no lo dudes, de mil distintas letras y mil distintas lenguas cruzarán el mar antes de que los náufragos terminemos de encontrarnos.
Por mi parte, seguiré enviando estos mensajes hasta que llegue ese día y en la espera de las botellas que regresan trayendo tu sonrisa.

Mario Stalin Rodríguez

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11 Comments:

Blogger Dark Phoenix said...

Hay días en los que me despierto y me siento ausente... yo también tengo mis días de estado náufrago, pero antes de que se apoderen totalmente de mí cojo mi barca y salgo a mi mar digital a por las botellas que han llegado, porque ellas me devuelven a la vida!!

Te amo, Mario!!

2:22 a.m.  
Blogger jose.etxeberria said...

Tienes mucha razón... Me ha encantado.

5:24 a.m.  
Blogger Bea said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

5:29 p.m.  
Blogger ISABEL TEJERA CARRETERO said...

Es que con botellas cuesta llegar. ¿que tal un barco? por el mar claro y so no volando.
Me alegro de leerte asi. Un abrazo

7:18 a.m.  
Blogger Nanny Ogg (Dolo Espinosa) said...

Yo es que no sé qué voy a comentar en un post con un destinatario tan claro, salvo que sigas lanzando botellas al mar te sientas o no te sientas náufrago porque, está claro, siempre hay alguien que la encontrará.

Besos

10:53 a.m.  
Blogger Jardinero del Kaos said...

Todos enviamos esas botellas, yo no soy tan optimista, no espero obtener otra como respuesta a cambio.
que tema el de la soledad...

8:28 p.m.  
Blogger Necio Hutopo said...

mmm... Pues este era corto y no tan choro... Igual es cosa de que la gente está de vacaciones...

Darkie. Pues sí, que mis botellas te han hayado... Y eso es bueno.

Kanif. Gran parte de la ventaja de las botellas, queda dicho, es que de vez en vez llegan a manos de quienes distintos nos complementan... No lo dude, algunos de ellos son cronopios donostiarros.

Comentario Suprimido. Yo no tuve nada que ver con eso...

Driada. Con botellas costará llegar, pero tienen el encanto de la sorpresa...

Nanny. Pues no sé quién creas que es el destinatario... Pero, te lo garantizo, en parte también están destinadas a ti.

Jardinero. Nadie en su sano juicio es que espera respuestas a sus botellas... por eso es que cada respuesta, independientemente de si viene allende el mar o desde otra hemisferio, es valorada y atesorada en su justa medida.

2:36 a.m.  
Blogger Jaurne O. said...

Aiins, qué bonito es el amor!

6:58 a.m.  
Blogger La princesa sin castillo said...

mmm Más botellas a la mar.. si yo recuerdo eso... ojalá yo pudiera enviar algunas...

saludos y besos

6:38 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Uy otravez llego tarde! ...Y ariesgo de sonar pesimista (por no por eso menos romantica!) sólo se me ocurre decir con Neruda: "para que nadie nos separe, que nada nos una"...

6:33 p.m.  
Blogger Ambrosía said...

Pues ahora que lo leo en tus letras... tienes mucha razón. De hecho todos somos náufragos, y aunque a veces no sepamos enviar mensajes en botellines... de vez en cuando nos llegan mensajes y cuando eso sucede, ... nos hacen sentir vivos.
Un beso corazón, sabes que a pesar de navegar a la deriva... no te olvido....

10:12 a.m.  

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